Entrevista a Mitra Teatro: "El COVID es una mierda para las artes".

Martina Garrido entrevista al prometedor grupo Mitra Teatro, dirigido por Héctor González. 

Mitra Teatro es un grupo de teatro conformado por jóvenes intérpretes dirigidos por Héctor González Palacios, graduado en Historia por la Universidad de Granada e investigador en formación por la Universidad de Málaga. Tuve la oportunidad de conversar con él y adentrarme en uno de sus ensayos para tomar ciertas fotos y vídeos y así poder entender cómo era la preparación de aquellas maravillosas escenas que luego se escenificarían. 

En este caso, estuve presente en los ensayos de su nueva obra, "Pluto", a la que asistí a su estreno en diciembre en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada. Desafortunadamente, la actuación que iban a realizar el 8 de enero tuvo que posponerse por el dichoso bicho llamado COVID-19. Sea como fuere, como bien dice el lema, "lo mejor se hace esperar". Y créanme cuando les digo que es una de las mejores obras teatrales que he podido disfrutar, como también lo fue "Panteros". 

Pero en este artículo nos centraremos en conocer al joven grupo de Mitra Teatro, entender sus orígenes, y que el propio director nos hable un poco más acerca de "Pluto". Crucemos los dedos para que más pronto que tarde podamos disfrutarla en los escenarios.

M: ¿Cuáles son los orígenes de Mitra Teatro?

H: Mitra surgió en 2018. La mitad de nosotros nos conocíamos por el grupo de teatro de la Universidad de Granada, mientras que la otra mitad estábamos en el grupo joven del laboratorio de artes escénicas de Vladimir Tzekov, aunque habíamos estado juntos también en otras escuelas de teatro en Granada. Yo había escrito una obra a partir de un relato egipcio y decidí ponerla en escena. Nos juntamos todos y nació Mitra Teatro. El nombre lo elegimos al azar, abriendo un libro de himnos védicos que encontré por ahí encima. Creo que hubo buen feeling y lo que al principio era solo para una obra, se ha ido ampliando y ahora tenemos varios proyectos de distinto calibre.

M: Cuéntame un poco más acerca de Pluto

H: Pluto fue la última comedia que conocemos de Aristófanes. Narra la historia de un amo y su esclavo, que tratan de devolver la vista a Pluto, la personificación de la riqueza, para lograr un reparto justo de la fortuna en el mundo. Hay muchas que me llamaron la atención: su carácter transitorio de la Comedia Antigua a la Comedia Nueva, el reflejo de una sociedad cambiante... Pero lo que más me interesó fue el diálogo de Crémilo con Penía, la personificación de la pobreza, en la que está lo intenta convencer de que no conviene que todo el mundo sea rico. Me recordó tanto a la hipocresía de personajes como Christine Lagarde o Rodrigo Rato durante la crisis de 2008, acusando a los ciudadanos de un país de su situación económica mientras ellos nadaban en la abundancia, que lo veía como una oportunidad ideal para hacer una adaptación. 

Tenía ganas de hacer algo de teatro griego, pero odio profundamente los historicismos. Creo que no tiene ningún sentido mantener chistes y contextos que hoy no se entienden, así que decidí reformarla entera manteniendo su esencia. Aristófanes estaba criticando una sociedad en la que el más rastrero, el más tramposo y el más amoral acababa enriqueciéndose. Para mí eso no ha cambiado, es el retrato de la sociedad neoliberal en la que vivimos. Dejé la estructura narrativa y la mayoría de los personajes, pero adapté los chistes y resignifiqué la obra. Creo que hace más justicia a la comedia griega tratar de buscar su esencia, aunque haya que sacrificar el texto original, a optar por un puritanismo historicista.

M: ¿Cómo ha sufrido Mitra Teatro el Covid-19, tanto en cuarentena como post-cuarentena?

H: El covid es una mierda para todo lo que tenga que ver con las artes que requieren de un público físico. El teatro sin espectadores presenciales no se puede hacer, aunque haya habido algunas propuestas digitales durante la pandemia. Ha sido un año difícil, entre cierres y restricciones: mascarillas, limitaciones en las reuniones, ensayos online (con poco éxito), aforos muy reducidos, representaciones que se aplazan... El estreno de la obra anterior, Panteros, tuvo que ser pospuesto dos veces y se estrenó un año después de cuando estaba previsto. Para el teatro la presencialidad lo es todo.

M: ¿Cuál es vuestra concepción como grupo de teatro?

H: Nosotros abogamos por un teatro contemporáneo y experimental, pero sin caer en el elitismo. Hay una parte del mundo de las artes escénicas que entiende el teatro contemporáneo como una creación exclusivamente del artista, de forma que obliga al público a adaptarse a él. Yo creo que debe ser al contrario: nosotros debemos adaptarnos al público y construir a partir de lo que nos ofrece. Por eso, en el proceso de creación de una obra siempre está muy presente cuál queremos que sea el impacto en los espectadores y cómo podemos jugar con sus sensaciones. Para ello también nos gusta mucho el eclecticismo e introducir múltiples lenguajes. Nos gusta el riesgo y probar cosas nuevas, que a veces funcionan y otras no. Nosotros trabajamos mucho a partir de la prueba y el error. 

Una obra puede reescribirse varias veces incluso después de varios pases, ya que, en definitiva, no sabes cómo funciona una pieza hasta que no se representa ante un público. Creo que el teatro es un arte vivo y fosilizarlo no tiene mucho sentido. Pirandello, por ejemplo, introdujo varias veces modificaciones en su "Seis personajes", incluso después de su estreno en 1921. Por otro lado, también me cabrea mucho lo del teatro de "primera", es decir, el que se representa en un escenario, y el de "segunda" (microteatro, teatro de calle, teatro en espacios no convencionales, etc.). A nosotros nos gusta darle a todo.

Debo agradecerle de corazón a Héctor y a todo su grupo el haberme abierto las puertas a su lugar de ensayo; un "behind the scenes". Fue una tarde de enero la cual disfruté mucho, además de que se me pasó volando. Es necesario darle difusión a las nuevas generaciones de artistas, ya que muchos de ellos realizan un arduo trabajo con una calidad increíble. Es por ello que, no sólo como fan de Mitra Teatro, sino también como divulgadora cultural e Historiadora del Arte y Música, me siento con la responsabilidad de dar a conocer este joven patrimonio intangible que la ciudad de Granada conserva. Si un grupo de teatro consigue buscar tiempo para crear estas maravillosas obras y mostrarlas a un público, lo mínimo que puedo hacer es exponerlas, y sobre todo, valorarlas.

Solemos criticar el arte actual, y a veces no nos damos cuenta que delante de nosotros existen focos de luz que necesitan ser alimentados para iluminar una gran estancia. Esa estancia metafórica a la que me refiero es nuestra cultura. Por tanto, está en nuestra mano como ciudadanos iluminarla a través de las artes.

Nuestro derecho, disfrutar de los actos de una obra teatral; nuestro deber, darle el valor que merece más allá de la compra de una entrada.

Martina Garrido

Editado por Iván Trujillano