Francesca Woodman: Fotografía. Historia del Arte. 

20.04.2021

En la cuarta jornada de nuestra semana dedicado a la mujer y la cultura, la historiadora del arte, conservadora y restauradora conocida en redes como La Borrominesca, nos muestra una breve crítica a la figura y obra de la fotógrafa Francesca Woodman. 

Francesca Woodman, nacida en Denver (EE. UU) en 1958, probablemente es una de las fotógrafas más importantes del S.XX, pues sus trabajos son la desnudez de su alma y sus mayores miedos.

Self-portrait at thirteen, 1972.

Inicios en el mundo del arte

Woodman provenía de una familia de artistas: su madre, Betty Woodman, era una conocida ceramista y escultora. Su padre, George Woodman, pintor, ceramista y fotógrafo.

Por ello, Francesca comenzó desde pequeña a interesarse por el mundo artístico, decantándose por la fotografía, mientras que su hermano Charles se dedicó al videoarte.

On being an Angel, 1977-1978.

Estancia en Italia

En 1965, dotan a su padre de una beca, con la que toda la familia viaja a La Toscana para vivir allí una temporada. Es aquí donde Francesca comienza a inspirarse y crea sus primeros trabajos con tan solo trece años, considerándola una niña prodigio.

Además, se interesó por la literatura de Virginia Woolf o Gertrude Stein, de quienes podrán verse reflejos en sus trabajos fotográficos.

On being an Angel, 1977-1978.
On being an Angel, 1977-1978.

De Estados Unidos a Roma

Posteriormente, en la década de los 70, Francesca será admitida en la universidad de Bellas Artes de Providence (Rhode Island), donde entra en contacto con el mundo real de la fotografía, conociendo a algunos de los más grandes referentes, como es el caso de Man Ray.

Es en esta universidad donde le otorgan una beca para vivir en Roma, y comienza a exponer sus primeras obras en la Galería Ugo Ferranti, además de estudiar Historia del Arte e interesarse por diversos movimientos, como el Surrealismo.

Durante su estancia en Roma, la fotografía de Francesca madurará, siendo su vía de expresión y de desahogo ante ciertas preocupaciones que tenía la artista. Además, formulará una nueva visión sobre el cuerpo femenino.

Tras volver de su viaje italiano, Francesca se gradúa con honores en la primera promoción de fotógrafos de Estados Unidos.

Nueva York y decadencia

En 1979 decide mudarse a Nueva York, en la búsqueda de reconocimiento artístico.

Sus deseos de ser respetada y amada entre los artistas comienzan a desvanecerse en cuanto comienzan a rechazar sus trabajos en numerosas revistas, a menudo supervisadas por fotógrafos influyentes.

Es en este momento cuando Francesca comienza a tener tendencias depresivas y a plantearse problemas como el paso del tiempo y la pérdida del pasado. Desde entonces, todas sus obras estarán marcadas por esta sensación de angustia y tristeza que siente nuestra artista.

Mientras seguía buscando el ansiado reconocimiento, trabajaba como modelo para pintores o como asistente de fotógrafos, de quienes tomaba influencias para añadir a su estilo artístico.

En la década de los 80, Francesca entrará en un momento en el que desea crear una fotografía meticulosa y estudiada a nivel compositivo, con una narrativa mucho más trabajada, y a menudo relacionada con el medio ambiente, recordando a la artista Ana Mendieta.

A pesar de sus exhaustos intentos de conseguir reconocimiento artístico, nunca conseguirá que le publiquen sus trabajos en grandes revistas o exposiciones en vida.

Esto provocará que la salud de Francesca se vea deteriorada, hasta el punto en que decide suicidarse a la edad de 22 años, falleciendo en 1981.

Estilo artístico

Su obra, aunque es totalmente personal y única, es un conjunto de múltiples referencias que Francesca recogió a lo largo de su corta vida. Recibe influencias de la fotografía victoriana, con los desnudos y los autorretratos.

También podemos encontrar una estética surrealista, referencias a la fotografía de Man Ray. Cuerpos desnudos en búsqueda de un amor psicológico y trascendental, un juego erótico que roza casi la abstracción.

Temática de Francesca Woodman

Los trabajos de la artista se centrarán en tres elementos o temas principales: el reconocimiento, el cuerpo y el camuflaje.

  • Reconocimiento

Francesca está angustiada con la idea del 'yo' y no sabe quién es, por ello, busca encontrarse a sí misma a través de sus trabajos fotográficos. Otorga a sus obras un sentido simbólico y trascendental, donde busca su verdadera identidad a través de juegos y mecanismos que le ayudan a extraer información de si misma.

Además, los sentimientos serán claves para sus investigaciones, pues son una forma de proyectar la visión que ella tiene de sí misma, a menudo angustiosa y melancólica, casi asustadiza.

  • Cuerpo

La herramienta más usada en los trabajos de Woodman es, sin duda alguna, su propio cuerpo. Intenta buscar su propia identidad en su cuerpo desnudo, y desnudar al mismo tiempo sus sentimientos. A menudo, presenta su cuerpo como una visión fantasmal y espectral, dejando de lado la parte más carnal y erótica para llegar a una idea trascendental.

También, por lo que hemos hablado de ella misma, podemos entender su deseo de no ser visible, por la angustia que le causaba no saber quién era. Es por esto por lo que en sus trabajos intenta añadir objetos o mimetizarse con algunos espacios, para desaparecer del plano.

On being an Angel, 1977-1978.

  • Camuflaje

Otra de las temáticas más utilizadas por la artista es disfrazar su cuerpo con objetos o los espacios en los que fotografía, buscando mostrar lo que ella realmente no es, y así poder descubrir quién es ella. En estos trabajos es donde podemos ver la influencia del Surrealismo.

Los espacios ruinosos y decadentes nos dan la idea de cómo se siente Francesca: frágil, angustiada y triste, jugando con la nostalgia y con el miedo al paso del tiempo y a ser olvidada.

Francesca Woodman, atormentada en vida y asustada de sí misma, acabará siendo uno de los mayores referentes en el mundo de la fotografía y el arte. Sus preocupaciones tan actuales y que nos sobrecogen el alma porque todos las sentimos: el miedo al futuro incierto y al tiempo perdido, siempre serán comprendidos por el gran trabajo de Woodman.

Antes de acabar con su vida, Francesca le envió una carta a una de sus amigas, la cual decía lo siguiente: "Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones... en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas...".

On being an Angel, 1977-1978.
On being an Angel, 1977-1978.

«Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones... en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas...»


M [ART] A


BIBLIOGRAFÍA




Editado por Isabella S. Casto